4. El juego y las emociones

Los espacios y tiempos de juego tienen múltiples beneficios en las personas menores de edad, por ejemplo, estimula la imaginación y la creatividad, favorece la comunicación y la socialización, estimula y fortalece la atención y la memoria y es un importante instrumento para identificar las emociones y regularlas.

De acuerdo con la UNICEF (2018) en el documento ≪Aprendizaje a través del juego≫, el juego es una actividad en la que el niño, la niña y el adolescente tienen una participación activa, voluntaria, divertida, placentera, retadora, que captura su atención, son actividades en las que domina sus propias experiencias, es iterativo (que se repite) por lo que pueden practicar sus propias competencias (p. 7) y motivante. Lo anterior no significa que los juegos, en cualquiera de sus clases, no tengan momentos de ansiedad, incertidumbre, frustración y estrés. La educación emocional mediante el juego es un proceso gradual que se da de forma espontánea en el mismo juego y la mayoría de las veces por la acción de sus mismos pares.

Según el documento citado de la UNICEF, algunos aprendizajes que se logran mediante el juego, son los siguientes:

● Establecer un plan y seguirlo.
● Aprender mediante ensayo y error, utilizando la imaginación y las competencias de resolución de problemas
● Aplicar conceptos de cantidad, ciencia y movimiento a la vida real
● Razonar de una manera lógica y analítica manipulando objetos
● Comunicarse con los compañeros de clase y dirimir las diferencias de opinión
● Obtener satisfacción de los propios logros
● Desarrollar la creatividad y explorar la estética y la destreza artística. (p. 8)

En el ámbito emocional el juego es un espacio importante en el que la persona menor de edad expresa sus sentimientos, aprende a regular sus emociones, a negociar y resolver conflictos, por ejemplo ¿quién inicia el partido?, ¿quién cuenta para que los demás se escondan?; también, aprenden a superar temores ante la motivación de sus compañeros y la autoconfianza.

Juegos que se pueden desarrollar

Cualquier juego permite desarrollar en la persona menor de edad habilidades emocionales, a continuación se plantean un listado de juego que se pueden realizar:
Juegos tradicionales: como bolinchas, carrera de aros, saltar suiza, frío- caliente, gallinita ciega, policías y ladrones, quedó congelado, rayuela, entre otros.
También se pueden desarrollar juegos de mesa como Gran banco, Damas, Uno, Bingo, Dominó, Jenga, entre otros.

RReferencias bibliográficas:
UNICEF. (2018). Aprendizaje a través del juego. https://www.unicef.org/sites/default/files/2019-01/UNICEF-Lego-Foundation-Aprendizaje-a-traves-del-juego.pdf

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